La arquitectura contemporánea busca constantemente nuevas soluciones que combinen la estética con la funcionalidad. Una de estas innovaciones son las fachadas ventiladas, un sistema arquitectónico que ofrece múltiples beneficios tanto para el diseño de edificios como para la eficiencia energética. En este artículo, te explicaremos qué son las fachadas ventiladas, los beneficios que ofrecen y los diferentes tipos disponibles.
Las fachadas ventiladas son un sistema de revestimiento exterior que consiste en la creación de una cámara de aire entre la fachada y el muro principal del edificio. Este espacio permite la circulación de aire, creando un efecto de ventilación natural que regula la temperatura y la humedad de la estructura.
La fachada ventilada está compuesta por varios elementos, que incluyen un revestimiento exterior, una capa aislante, una estructura de soporte y una capa interior. Estos componentes trabajan en conjunto para crear una envolvente eficiente y estéticamente atractiva.
Se trata de un sistema muy recomendable cuando hablamos de rehabilitación de fachadas ya que ofrece la garantía de calidad y durabilidad.
Ahora que ya sabes lo que son, queremos mostrarte los beneficios que ofrecen las fachadas ventiladas en la rehabilitación de edificios:
Ahorro de energía. Se estima que este tipo de fachadas puede reducir entre un 20% y un 30% el consumo de energía para climatización y refrigeración. La cámara de aire en la fachada actúa como un aislante térmico adicional, manteniendo una temperatura interior más estable y reduciendo la necesidad de utilizar sistemas de calefacción o aire acondicionado de forma intensiva.
Aislamiento acústico. ofrecen un excelente aislamiento acústico, lo que contribuye a crear un ambiente interior más tranquilo y confortable. La cámara de aire y los materiales utilizados en el revestimiento exterior ayudan a bloquear y absorber el ruido exterior, evitando que penetre en las zonas interiores. Esto es especialmente beneficioso en entornos urbanos ruidosos o cerca de zonas con mucho tráfico.
Rápida instalación. En comparación con otros tipos de sistemas, las fachadas ventiladas tienen tiempos de instalación más reducidos. Esto se debe a que las piezas se enganchan o se fijan con grapas metálicas, lo que facilita el proceso de montaje. Además, al no requerir el uso de pastas de agarre, se evitan los tiempos de secado y fraguado, lo que acelera aún más el proceso de instalación.
Mantenimiento sencillo. Si se requiere acceder al interior de la fachada, es fácil desenganchar una pieza del soporte para realizar las tareas necesarias. Esto reduce los tiempos y costes de mantenimiento, lo que resulta beneficioso a largo plazo.
Solución para la dilatación. Las juntas entre las piezas de la fachada exterior ofrecen una solución eficiente para los problemas de dilatación. A diferencia de otros sistemas, las fachadas ventiladas permiten que los materiales se dilaten y contraigan de forma controlada, evitando daños y deformaciones en la estructura del edificio.
Mayor estabilidad y durabilidad. Al reducir las dilataciones y contracciones de los materiales, las fachadas ventiladas proporcionan una mayor estabilidad al edificio. Esto minimiza los riesgos de deformaciones y grietas.
Cuando hablamos de fachadas ventiladas debemos saber que existen diferentes tipos que se diferencian por el material utilizado. Cada uno de ellos ofrece características únicas en términos de estética, durabilidad y rendimiento.
Cada tipo de fachada ventilada tiene sus propias características y ventajas, por lo que es importante considerar las necesidades y preferencias del proyecto arquitectónico antes de elegir el material adecuado. La elección del material influirá en el aspecto estético, el rendimiento y la durabilidad de la fachada ventilada.
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